2024-07-31
Aprobada la Ley de Restauración de la Naturaleza de la UE
La Ley de Restauración de la Naturaleza (LRN) de la Unión Europea se aprobó definitivamente en junio con el objetivo de restaurar ecosistemas, hábitats y especies en declive. Todos los países de la UE tendrán que adoptar un Plan Nacional de Restauración, con objetivos concretos. Para 2030 deberán restaurarse al menos el 30% de los hábitats terrestres, costeros, marinos y de agua dulce en estado de conservación desfavorable. Para 2040 el porcentaje aumentará al 60% y para 2050 al 90%. Los Estados miembros de la UE también tendrán que garantizar que no se produzca un deterioro significativo en las zonas sujetas a restauración. La LRN es una parte importante del Pacto Verde Europeo, ya que prevé varias acciones importantes para alcanzar los objetivos de recuperación de la naturaleza: Restauración de hábitats: Aplicación de medidas para restaurar hábitats degradados, como bosques, humedales, ríos y zonas costeras. Reintroducción de especies: Programas de reintroducción de especies autóctonas extinguidas o en peligro de extinción. Reducción de la contaminación: Acciones para reducir la contaminación del suelo, el agua y el aire, que afectan negativamente a los ecosistemas. Agricultura sostenible: Promoción de prácticas agrícolas sostenibles que protejan la biodiversidad y los recursos naturales. Protección de zonas marinas: Creación y ampliación de zonas marinas protegidas para conservar la vida marina y los ecosistemas costeros. Seguimiento y presentación de informes: Establecimiento de sistemas de supervisión para seguir el progreso de las acciones de restauración e informar periódicamente de los resultados. Para las grandes ciudades, la Ley de Restauración de la Naturaleza prevé varias actuaciones, entre las que destacan las siguientes: Creación de espacios verdes: Aumentar la cantidad y calidad de parques, jardines y zonas verdes urbanas para proporcionar hábitats a la fauna y flora locales. Corredores ecológicos: Establecer corredores ecológicos que conecten diferentes zonas verdes, permitiendo el movimiento seguro de especies y fomentando la biodiversidad. Techos y muros verdes: Fomentar la instalación de tejados y muros verdes en los edificios para mejorar la calidad del aire, reducir las temperaturas urbanas y crear nuevos hábitats. Gestión del agua de lluvia: Implantar sistemas sostenibles de gestión de las aguas pluviales, como jardines de lluvia y cuencas de retención, para reducir el riesgo de inundaciones y mejorar la calidad del agua. Rehabilitación de ríos y arroyos: Restaurar las vías fluviales urbanas para mejorar la calidad del agua, crear hábitats acuáticos y reducir el riesgo de inundaciones. Fomento de la agricultura urbana: Apoyar la creación de huertos comunitarios y otras formas de agricultura urbana para aumentar la resiliencia alimentaria y promover la biodiversidad. Estas acciones de recuperación de la naturaleza en las ciudades mejorarán la calidad de vida de sus habitantes, proporcionando espacios de ocio, reduciendo la contaminación y mitigando los efectos del cambio climático.
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